En el mes de diciembre la revista
Quality Progress contiene la encuesta de salarios, donde se puede observar los
niveles en Estados Unidos y Canadá principalmente, así como los factores que
afectan a la carrera y sus efectos en el salario. Es interesante ver factores como el nivel de
educación, certificaciones, responsabilidades, experiencia, tipo de industria,
edad pueden afectar en mayor o menor grado en la remuneración.
En su blog “ A View from the Q”, Paul
Boraswki, nos preguntaba sobre nuestra presente situación y pensamientos sobre
el tema.
Personalmente creo que el salario en su
parte monetaria es uno de los actores que debemos considerar, ya que tenemos también el respeto y
reconocimiento que recibimos a través de las funciones que desempeñamos. Creo
que muchas personas preferirían un salario más bajo si a través de su trabajo
tiene más retos y posibilidades de aprendizaje (Siempre que sus necesidades
básicas estén cubiertas, de acuerdo al triángulo de necesidades de Maslow).
Una pregunta que siempre les hago a los
asistentes a mis seminarios, o a estudiantes es: “Dónde vas a estar dentro de
cinco años si sigues en la misma dirección que hoy en tu vida personal y
profesional?” Si la respuesta es “en el mismo lugar” hemos perdido y retrocedido….y
lo mismo puede pasar a nivel de remuneración.
Creo que mentalmente cada persona
debería todo el tiempo hacerse la pregunta.. "Si tuvieran que volverme a
contratar nuevamente en la empresa…, yo sería el candidato elegido y con
mayor, la misma o menor remuneración??"
Si la respuesta es que no sería el candidato o que la remuneración es la misma o más baja…, debo inmediatamente hacer un análisis del entorno y mis competencias y tener un plan de acción que me lleve a mejorar mis resultados.
Tenemos que pensar en cada uno de
nosotros como empresas generadoras de servicios, y ver si a través de nuestra
gestión estamos agregando el valor que los procesos de la empresa que nos
contrata necesita. Si agregamos el suficiente valor y damos soluciones a los problemas
y ayudamos a conseguir los objetivos, estamos en el camino correcto.
En mi caso como consultor siempre
pienso que me contratan y despiden cada vez que se inicia y termina un trabajo,
y solamente si mis clientes están satisfechos me volverán a contratar al precio
que hayamos definido de común acuerdo.
Napoleon Hill en uno de sus libros
tenía la siguiente poesía con la cual quisiera terminar:
Pacté con la Vida por un penique,
Y la Vida no pagó más.
Sin embargo, mendigué por la noche
Cuando conté mi parco acopio.
Pues la Vida no es más que patrón
Que da lo que se le pide,
Pero una vez se fija el salario,
¡Oh!, es preciso seguir adelante con el
trabajo.
Trabajé por el jornal de un lacayo
Sólo para aprender, acongojado,
Que cualquier jornal que hubiese pedido
a la Vida
Ella me lo hubiese dado.
Por lo tanto ahora que empieza el año
debemos preguntarnos cómo puedo obtener los conocimientos, experiencia para generar
los resultados que se necesitan.
César Díaz
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